lunes, 12 de noviembre de 2018

Albamonte, restaurante con el sabor de la nona.


Hay restaurantes gourmet, esos que están a la moda para los paladares exquisitos pero sin historia manduquera y están los que nos remontan a la infancia, sin importar que pituca haya sido. Son los sabores caseros, aquellos que hoy son difíciles de encontrar, que partieron junto con la mano maestra de la nona.

 Será que en Albamonte los fantasmas de todas las abuelas que reposan en la chacarita aportan al cucharón del cocinero, porque al primer bocado de los fusilli al fierrito con tuco, la imagen se agolpó en mi memoria: una mesa larga en casa de la abuela María, con todos los tíos y primos alrededor y el bullicio de esos vozarrones de las gargantas italianas. Una serie de recuerdos abrazaron mi cuerpo, deliciosos recuerdos.  Lo compartí con mi mujer y ¡zas! la misma imagen (pero de su familia, claro). Ella dijo sin pensar: muy Proustiano. Yo que soy más terrenal pensé en el exquisito fragmento del  film Ratatuille.  
Con los escalopes al marsalla fue la misma experiencia maravillosa, al igual que con los postres. Flan con dulce de leche y merengue con dulce de leche (media porción, porque una es una afrenta al hígado). El merengue duro por fuera y esponjoso por dentro (casero posta, posta) una delicia para golosos incansables. Pero también hay queso y dulce, don pedro, almendrado, o ensalada de fruta para los que se cuidan en proximidad del verano. 
Albamonte es un restaurante clásico, entrás y estás en la década del 70 u 80. El gusto por los manteles blancos y las paredes en madera oscura, con el dueño recorriendo las mesas catando la satisfacción de los clientes. Porque como todo restaurante que se precie de clásico tiene clientes de siempre, que se renuevan solo por las generaciones familiares venideras.  
No hay pretensiones, solo el comer, beber bien y disfrutar de los manjares de una carta acotada a lo clásico y  a un precio familiar. 
El servicio, bueno, mozos 
Clasificación, nueve cucharones. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario